"Iglesia debe anunciar siempre y en todo lugar el Evangelio" dice el Papa Benedicto XVI
VATICANO, 12 Oct. 10 (ACI).- El Arzobispo Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, ilustró esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el contenido de la Carta Apostólica Motu proprio "Ubicumque et semper", escrita en latín y fechada el 21 de septiembre de 2010, con la que el Papa Benedicto XVI instituye este nuevo dicasterio. En el documento el Santo Padre recuerda que la Iglesia tiene el deber de anunciar siempre y en todo lugar el Evangelio.
En el Motu Proprio el Papa señala que la misión de anunciar el Evangelio "ha asumido en la historia formas y modalidades siempre nuevas según los lugares, las situaciones y los momentos históricos. En nuestra época, uno de los rasgos característicos ha sido la confrontación con el fenómeno del abandono de la fe, que se ha manifestado progresivamente en sociedades y culturas que desde siglos estaban impregnadas del Evangelio"
"Las transformaciones sociales a las que hemos asistido en los últimos tiempos tienen causas complejas que hunden sus raíces en el tiempo y han modificado profundamente la percepción de nuestro mundo. Y si por una parte la humanidad ha conocido los beneficios innegables de esas transformaciones y la Iglesia ha recibido ulteriores estímulos para dar razón de la esperanza que lleva, por otro se ha verificado una preocupante pérdida de sentido de lo sacro que lleva a poner en tela de juicio fundamentos que parecían indiscutibles, como la fe en un Dios creador y providente, la revelación de Jesucristo, único salvador, y la comprensión común de las experiencias fundamentales del ser humano como el nacimiento, la muerte, la vida en una familia y la referencia a la ley moral natural".
Seguidamente Benedicto XVI indica que "ya el Concilio Ecuménico Vaticano II asumió entre las cuestiones fundamentales la de la relación entre la Iglesia y el mundo contemporáneo. Siguiendo las enseñanzas conciliares, mis predecesores han reflexionado ulteriormente sobre la necesidad de encontrar formas adecuadas para que nuestros contemporáneos escuchen todavía la Palabra viva y eterna del Señor".
"El venerable Siervo de Dios Juan Pablo II hizo de esta concienzuda tarea uno de los fundamentos de su vasto magisterio, sintetizando el concepto de 'nueva evangelización', que profundizó sistemáticamente en numerosas intervenciones, la tarea que espera hoy a la Iglesia, en particular en las regiones de antigua cristianización".
"Por lo tanto, haciéndome cargo de las preocupaciones de mis venerados predecesores, creo oportuno ofrecer las respuestas adecuadas para que toda la Iglesia, dejándose regenerar por la fuerza del Espíritu Santo, se presente al mundo contemporáneo con un empuje misionero capaz de promover una nueva evangelización", señala el Papa.
"En las Iglesias de antigua tradición, a pesar de la progresión del fenómeno de la secularización, la práctica cristiana manifiesta todavía una buena vitalidad y un profundo enraizamiento en el ánimo de enteras poblaciones. Conocemos también, desgraciadamente, que hay zonas casi completamente descristianizadas donde la luz de la fe se confía a pequeñas comunidades: estas tierras, que necesitarían un primer anuncio renovado del Evangelio, se muestran particularmente refractarias a muchos aspectos del mensaje cristiano".
Benedicto XVI dice luego que "en la raíz de toda evangelización no hay un proyecto de expansión humana, sino el deseo de compartir el don inestimable que Dios nos ha dado, haciéndonos partícipes de su vida".
Responder a las nuevas exigencias
En la presentación del Motu Proprio, el Arzobispo Fisichella señaló que "el tema de la nueva evangelización ha sido objeto de una cuidadosa reflexión por el Magisterio de la Iglesia en las últimas décadas. El objetivo se presenta como un gran desafío para toda la Iglesia, que debe encontrar las formas apropiadas para renovar su anuncio a tantos bautizados que ya no entienden el sentido de pertenencia a la comunidad cristiana y son víctimas del subjetivismo de nuestro tiempo cerrado en un individualismo carente de responsabilidad pública y social".
El Motu proprio, dijo, "más directamente, individua las Iglesias de antigua tradición que necesitan un espíritu misionero renovado para responder a las nuevas exigencias que requiere la situación histórica contemporánea".
Entre las tareas de este nuevo dicasterio, explicó el Prelado, está la de promover el uso del Catecismo de la Iglesia Universal. "El Catecismo, de hecho, es uno de los frutos más maduros de las indicaciones conciliares, ya que recoge de forma orgánica la totalidad del patrimonio de la evolución del dogma y es la herramienta más completa para transmitir la fe de siempre ante los constantes cambios y los interrogantes que el mundo plantea a los creyentes", señaló.
Para ello, el nuevo dicasterio utilizará "todas las formas que los progresos de la ciencia de la comunicación han convertido en instrumentos positivos al servicio de la nueva evangelización", concluyó Mons. Fisichella.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor ¡deje su comentario!