El Estandarte de la Victoria contra los Males de Nuestra Época
Artículo basado en la magnífica obra de Péricles Capanema Ferreira y Melo, El estandarte de la victoria. La devoción al Sagrado Corazón de Jesús y las necesidades de nuestra época, São Paulo 1998.
[FVN] La Divina Providencia no sólo suscita personas o instituciones para combatir los males de una época. También lo hace a través de formas de piedad, mociones espirituales y renovados deseos de perfección.
En los últimos siglos el mal creció en proporciones alarmantes, apartando a los individuos y a las sociedades de Dios. Pero junto con él creció también el culto al Sagrado Corazón. Fue ésta la devoción que más se difundió en la Iglesia y que recibió mayor estímulo del Magisterio Pontificio.
¿Qué relación hay entre los dos fenómenos?
El padre Jules Chevalier, en el prefacio de las Constituciones que escribió en 1891 para las Hijas de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, recordó esta verdad: “La devoción al Sagrado Corazón de Jesús fue revelada por el propio Señor y recomendada por la Iglesia como un remedio eficaz contra los males del mundo de hoy” [Apud Bovenmars, en AA.VV., La espiritualidad del Corazón, Loyola, São Paulo 1988].
Por su parte, el Papa León XIII compara esta devoción con el emblema de la Santa Cruz que dio la victoria al emperador Constantino y significó el comienzo del triunfo del cristianismo sobre el paganismo.
«In Hoc Signo Vinces», fue la promesa hecha a los cristianos de entonces. La devoción al Sagrado Corazón es hoy el estandarte de la victoria y triunfo del Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo.