“Matrimonio gay”: Poner en claro no es discriminar

“Matrimonio gay”: Poner en claro no es discriminar

Avellaneda (Buenos Aires), 9 Jul. 10 (AICA).- “Como obispo de esta diócesis quiero felicitar, especialmente, a todos los laicos, que desde distintos lugares, han tomado responsablemente cartas en un asunto que es de suma importancia: la pretensión de equiparar dos realidades: la unión matrimonial de hombre y mujer y la unión de dos personas del mismo sexo”. Así lo expresa monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en un mensaje que dirigió a sus fieles y “a todos los hombres y mujeres de buena voluntad” a raíz de la posible legalización del “matrimonio gay”.

Sobre esta cuestión el prelado advierte que, “sentar un precedente, que incidirá notablemente sobre el futuro de nuestra Patria”, es algo “muy grave, muy serio y comprometedor por todas las implicancias del derecho natural, de los derechos civiles, familiares y sociales”.

“Ante todo -agrega-, queremos expresar que definir y poner en claro no es discriminar”, porque “se consideran y se juzgan las cosas públicas, jamás las personas”, y aseguró: “No se puede decidir hoy, apresuradamente, con tantas presiones y con argumentos de sensibilidad, algo tan serio como es la familia y el matrimonio entre un hombre y una mujer”.

Tras subrayar que “no podemos estar al margen”, monseñor Frassia alienta a participar de la manifestación a favor del matrimonio entre el varón y la mujer, que se llevará a cabo el próximo martes 13 de julio frente al Congreso de la Nación.

Por otro lado, “lejos de la equiparación, es decir, de igualar aquello que no es igual”, el obispo considera que “otros temas, como la herencia y el reconocimiento jurídico de una opción, tiene solución por otra vía pero nunca el tema de la equiparación. Tampoco se puede olvidar que hay otra cuestión de vital importancia como es la adopción de niños”.

Por ese motivo pide a Dios “por aquellos que nos representan en el Parlamento, para que puedan escuchar la verdad objetiva, que puedan votar por la verdad y no por presiones indebidas o la puja entre ‘poderes’. No está en cuestión el poder, sino el bien y la verdad de la familia”.