martes, 20 de julio de 2010

Es una necesidad imperiosa que conozcamos mejor nuestra fe

Es una necesidad imperiosa que conozcamos mejor nuestra fe


Santiago del Estero, 19 Jul. 10 (AICA).- El obispo de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti, presidió el viernes 16 de julio la misa en honor de Nuestra Señora del Carmen, patrona de la catedral diocesana y de la capital provincial.

En la homilía, expresó que “nuestra fe se encuentra amenazada, debido a que se contrapone la fe a la razón, cuando en realidad se implican y se necesitan mutuamente”.

Recordó que “Dios dotó al hombre y a la mujer con la capacidad de pensar, y espera que cada uno de nosotros hagamos uso de este don”, y sostuvo que “hay dos formas de abusar de la capacidad de pensar. Una -dijo-, es no utilizarla”, mientras que “en el otro extremo están el hombre y la mujer que de la razón hacen un dios verdadero”.

Agregó que si bien “la virtud de la fe misma -la ‘capacidad’ de creer- es una gracia, un don de Dios”, sin embargo “la fe adulta está basada en el razonamiento; no es una derrota de la razón”.

“Nuestra fe -reiteró- está amenazada y hoy es tiempo de batirse en un desafío de afirmación de la fe, una fe espiritual y doctrinal, intacta y unívoca, aparentemente anacrónica e incomprensible, pero irradiante de verdad y expresable con una pluralidad de lenguaje siempre fresco” y citando a Benedicto XVI, se refirió a un desafío “que tiene como contrincante al mundo secularizado, gigantesco y contorsionado, de nuestros días”.

En este contexto, mencionó una serie de “valores no negociables”, como “el matrimonio constituido por un hombre y una mujer, la vida desde el primer instante de su concepción hasta su muerte natural, la educación de los hijos por parte de sus padres, y el Bien común”, y lamentó que “en estas jornadas pudimos observar cómo la familia se encuentra amenazada por fuerzas disgregadoras, tanto de índole ideológica como práctica, que hacen temer el futuro de esta fundamental e irrenunciable institución y, con ella, por el destino de toda la sociedad. Por tanto, hoy más que nunca, tenemos la gran necesidad de conocer nuestra fe y la gran necesidad de testimoniar nuestra fe”.

En cuanto a la “necesidad de conocer nuestra fe”, explicó que “esta confusión de los sistemas ideológicos nos obligan a cada uno de nosotros, como discípulos-misioneros de Jesucristo, como un deber fundamental a instruirnos en todo lo tocante a las verdades de la religión. Es una necesidad imperiosa que conozcamos mejor nuestra fe. La formación religiosa no debe terminar con la edad infantil, ni con la catequesis de la iniciación cristiana”.

Y en cuanto a la “necesidad de testimoniar nuestra fe”, sostuvo que “todo seguidor de Jesucristo está obligado a dar testimonio de su fe; profesando la propia fe con los actos, con el ejemplo, con la palabra. Debemos estar atentos a no caer en el peligro de la esquizofrenia de la vida de fe. Puede sucedernos que separemos nuestra vida social-familiar, de la vida de hijos de Dios, de la vida cristiana; que nos olvidemos de que somos cristianos las 24 horas del día, y que todo lo que hacemos debe estar impregnado de la fe”.



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