lunes, 30 de agosto de 2010

Sólo Dios que es infinito puede llenar el corazón del hombre, dice el Papa Benedicto XVI

Sólo Dios que es infinito puede llenar el corazón del hombre, dice el Papa Benedicto XVI


VATICANO, 22 Ago. 10 (ACI).- En su mensaje a los participantes del 31º encuentro de Rimini del movimiento Comunión y Liberación, el Papa Benedicto XVI resaltó que "quien ha encontrado a Dios, lo ha encontrado todo" pues "las cosas finitas pueden dar algo de satisfacción o alegría, pero sólo lo infinito es capaz de llenar el corazón del hombre".

En su mensaje leído esta domingo al final de la Santa Misa inaugural de este encuentro que se realiza hasta el 28 de agosto, y que lleva la firma del Secretario de Estado, Cardenal Tarcisio Bertone, el Santo Padre recuerda que en el fondo de la naturaleza de todos hombre se encuentra la irreprimible inquietud que le empuja a la búsqueda de alguna cosa que pueda satisfacer este su anhelo.

"El hombre sabe que no puede responder por sí solo a sus propias necesidades". Necesita abrirse al otro, a cualquier cosa o a alguien, que pueda darle aquello que le falta. Debe salir de si mismo hacia aquello que esté a la altura de colmar la amplitud de su deseo.

Según señala la nota de Radio Vaticano, a los participantes del encuentro que lleva como título "Aquella naturaleza que nos impulsa a desear cosas grandes pertenece al corazón", Benedicto XVI advierte que el hombre se ve tentado por las cosas que satisface la inmediatez pero al mismo tiempo tan limitadamente ilusorias, y se refirió al pasaje del Evangelio de las tentaciones de Jesús cuando el diablo insinúa que "el pan" como satisfacción material, puede llenar al hombre.

Esta es una mentira peligrosa, dice el Papa en su mensaje, porque contiene solamente una parte de verdad y Jesús desvela con su respuesta la falsedad de esta posición: "Sólo Dios basta". Él solamente sacia el hambre profunda del hombre, quien ha encontrado a Dios, ha encontrado todo y, citando a San Agustín, ha recordado que "nuestro corazón está inquieto hasta que no descansa en Ti".

"Dios, ha venido al mundo para despertar en nosotros la sed de las 'cosas grandes'. Esto se ve en la página evangélica de inagotable riqueza que narra el encuentro de Jesús con la samaritana del que san Agustín nos ha dejado un comentario luminoso. Aquella mujer como hacia habitualmente fue a sacar agua del pozo de Jacob y se encontró a Jesús sentado, 'cansado del viaje', en el calor del mediodía y después de haberle pedido beber, es Jesús mismo el que le ofrece el agua, no una cualquiera sino una 'agua viva' capaz de aplacar la sed".

El Papa destaca que "Dios tiene sed de nuestra sed de Él, el Espíritu Santo, simbolizado por el 'agua viva' de la que habla Jesús es precisamente aquel poder vital que aplaca la sed más profunda del hombre y le da la vida total, aquella vida que él busca y espera sin conocerla".

Benedicto XVI también se refiere en su mensaje a los discípulos de Emaús que viven ante Jesús la misma experiencia y es también el Señor el que hace "arder el corazón" a los dos discípulos mientras caminaban "con el rostro triste". Los discípulos de Emaús al retomar vida al llegar a casa "insistieron" para que permaneciese con ellos: "Permanece con nosotros Señor". Es la expresión del deseo que palpita en el corazón de todo ser humano. Este deseo de "cosas grandes" debe transformarse en oración.

Los Padres de la Iglesia, prosigue, sostenían que rezar no es otra cosa que cambiarse en deseo vehemente del Señor. En un bellísimo texto San Agustín, continúa Benedicto XVI, define la oración como expresión de deseo y afirma que Dios responde ensanchando nuestro corazón: "A Dios le podemos pedir todo, todo aquello que es bueno. La bondad y la potencia de Dios no conocen límite entre cosas grandes y pequeñas, materiales y espirituales, terrenales y celestiales. En el dialogo con Él -llevando nuestra vida ante sus ojos, aprendemos a desear las cosas buenas, en definitiva, a Dios mismo".

El Papa recordó luego a Mons. Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación cuyo tránsito ocurrió hace cinco años, y recordó que él repetía que sólo Dios es el "camino hacia la realización de los deseos más profundos del corazón del hombre".



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